Inmensidad
Me di cuenta de que, en cualquier lugar donde esté, siempre busco un paisaje. No importa si es un rincón mínimo de cielo entre edificios o la sombra lejana de un árbol al borde de una calle. A veces, incluso entre postes de luz y cables enredados, encuentro algo parecido a la belleza: un atardecer atrapado entre estructuras que intentan ignorar lo natural.
Mientras mis vecinos discuten nimiedades, yo miro hacia arriba. No porque sea mejor, si no, porque necesito hacerlo. Hay algo en ese gesto que me conecta con lo que no cambia. Con lo inmenso, con lo que está más allá de lo efímero.
No es una forma de evasión. Es una forma de resistencia. Ver lo eterno, incluso cuando todo lo demás intenta imponer su fugacidad.
